En la Edad Media se encontraba la mezquita musulmana en este emplazamiento que por aquella época era uno de los extremos de la antigua Vila Murada. Cuando el rey Jaime I de Aragón conquistó la ciudad en 1265, consagró la mezquita bajo la advocación de Santa María. Sobre sus ruinas se construyó un primer templo cristiano de estilo gótico que fue derribado y por tercera vez se construyó el actual