POR LA PLAYA DEL ARENAL DE CALPE
Vienen las olas ligeras
entre vientos altaneros,
hoy se mueven las palmeras
con sonidos de boleros.
Las olas se van y vienen
entre ritmos pasajeros,
puede que así se entretienen
muchos serios marineros.
Playa llena de turismo
con acentos extranjeros,
Calpe distingue el abismo
de sueños aventureros.
Torres que miran al cielo
para gozar del paisaje,
que parecen desde el suelo
no tener ningún anclaje.
El viento corre ligero
por las calles adyacentes,
donde se nota el dinero
y el poder de algunas gentes.
Este ciudad levantina
con sus preciosas montañas,
tiene al Peñón con su cima
donde las nubes se extrañan.
El Arenal como adorno
nos parece divertida,
tiene un precioso contorno
siendo una playa elegida.
Suenan voces extranjeras
en sus terrazas hermosas,
que algunas son altaneras
cuando se sienten dichosas.
Por La Playa del Arenal
el viento viene armonioso,
nadie le siente hoy fatal
ni se le quiere horroroso.
G X Cantalapiedra.
Vienen las olas ligeras
entre vientos altaneros,
hoy se mueven las palmeras
con sonidos de boleros.
Las olas se van y vienen
entre ritmos pasajeros,
puede que así se entretienen
muchos serios marineros.
Playa llena de turismo
con acentos extranjeros,
Calpe distingue el abismo
de sueños aventureros.
Torres que miran al cielo
para gozar del paisaje,
que parecen desde el suelo
no tener ningún anclaje.
El viento corre ligero
por las calles adyacentes,
donde se nota el dinero
y el poder de algunas gentes.
Este ciudad levantina
con sus preciosas montañas,
tiene al Peñón con su cima
donde las nubes se extrañan.
El Arenal como adorno
nos parece divertida,
tiene un precioso contorno
siendo una playa elegida.
Suenan voces extranjeras
en sus terrazas hermosas,
que algunas son altaneras
cuando se sienten dichosas.
Por La Playa del Arenal
el viento viene armonioso,
nadie le siente hoy fatal
ni se le quiere horroroso.
G X Cantalapiedra.