El rey de
Aragón intervino rápidamente, con tropas exclusivamente de origen catalán, y redujo todas las ciudades sublevadas a la aceptación de la soberanía castellana. Esta intervención
militar, que tomó
Alicante como principal centro de operaciones
militares, hizo que el proceso colonizador se acelerara con más 10 000 cristianos procedentes de
Cataluña, en Alicante y, por extensión en el Reino de
Murcia. Desde entonces, la preponderancia de la población cristiana en Alicante es principalmente catalana a partir de aquel momento, y es el origen histórico por el que el valenciano es lengua propia y tradicional de la ciudad.