La primera referencia documental es del año 1084 y pertenece a una donación realizada por Alfonso VI de Castilla por la que cedió el
monasterio de
San Sebastián de
Ojacastro al monasterio de San Millán de Suso.
El 24 de abril de 1312, el rey castellano Fernando IV le concedió un Fuero3 “al
valle de la villa de Ojacastro,
Ezcaray e
Zorraquín e
Valgañón”, cuya intención seguía siendo repoblar esta zona, fronteriza con el Reino de
Navarra. Siguió vigente hasta la retirada de los fueros en 1876 tras la tercera guerra carlista.
En el siglo XVI pertenecía al Señorío de Pedro de Manrique de Luna.