Dice Jaime Albelda que la Reina Estefania, esposa del Rey García eligió Pedroso como retiro en sus últimos meses de su reinado falleciendo en nuestro pueblo en el invierno del año 1159.
Disponían de una casona palacio, cercana al río en la que pasaba largas temporadas esperando que su esposo volviera de de las campañas de guerra. Lo habían edificado,
años antes, sobre las ruinas de un viejo molino en el que cuenta la leyenda que las pesadas piedras habían sido traídas por los moros de las canteras de la legendaria Petra, en la actual Jordania y también que los ejes sobre los que giraban eran de marfil. En años de mala cosecha de cereales, al estar el molino sin ejercer su función, las aguas dejan en el cauce pepitas de oro, para mitigar las necesidades de las gentes del lugar.
La cogida del metal podía ser confiada a una muchacha virgen de la villa, que si no lo era, o acudían por lucro al lugar, el oro se convertía en barro, entre las manos de los avariciosos y pecadores.
Disponían de una casona palacio, cercana al río en la que pasaba largas temporadas esperando que su esposo volviera de de las campañas de guerra. Lo habían edificado,
años antes, sobre las ruinas de un viejo molino en el que cuenta la leyenda que las pesadas piedras habían sido traídas por los moros de las canteras de la legendaria Petra, en la actual Jordania y también que los ejes sobre los que giraban eran de marfil. En años de mala cosecha de cereales, al estar el molino sin ejercer su función, las aguas dejan en el cauce pepitas de oro, para mitigar las necesidades de las gentes del lugar.
La cogida del metal podía ser confiada a una muchacha virgen de la villa, que si no lo era, o acudían por lucro al lugar, el oro se convertía en barro, entre las manos de los avariciosos y pecadores.
