Mira, ninguna de esas mujeres está en la mayordomía por comer gratis en ningún lugar ni para lucrarse con el trabajo que están realizando. Creo que te has pasado con tu afirmación calificándolas como estómagos hambrientos y diciendo que están ahí por su propio interés y en su propio beneficio.
Si mi mujer y el resto fuesen personas a las que no les interesara el pueblo, me harían caso y ahora mismo abandonarían la mayordomía dejando a muchos moratalleros con lo que realmente os merecéis: sin fiesta.
Me habían comentado la existencia de este foro y de estos comentarios ofensivos hacia esas mujeres y no me lo quería creer, pero haciendo caso a una llamada de teléfono acabo de entrar en esta página y me he quedado sorprendido por la actitud de muchos paisanos.
Te lo vuelvo a decir, gracias a Dios yo gano lo suficiente para que mi mujer y mi familia vivan sin necesidad de que nadie les invite a comer ni a nada. Mi mujer no está engañando a nadie, sólo está quitándole horas a su familia para trabajar gratuitamente por ti y por todo el pueblo. Me parece de cobardes insultar desde el anonimato a un grupo de personas, ahora estas mujeres y otros años a otras personas, criticando lo que hacen sin pensar que lo hacen por todos.
Vuelvo a repetirlo, desde ahora mi labor con respecto a la mayordomía será convencerlas a todas para que se vayan a sus casas, devuelvan el dinero a los socios y que el que tenga valor se encargue de las fiestas de 2006.
Alonso Hernández Martínez. Marido de una de las mujeres de la mayordomía.
Si mi mujer y el resto fuesen personas a las que no les interesara el pueblo, me harían caso y ahora mismo abandonarían la mayordomía dejando a muchos moratalleros con lo que realmente os merecéis: sin fiesta.
Me habían comentado la existencia de este foro y de estos comentarios ofensivos hacia esas mujeres y no me lo quería creer, pero haciendo caso a una llamada de teléfono acabo de entrar en esta página y me he quedado sorprendido por la actitud de muchos paisanos.
Te lo vuelvo a decir, gracias a Dios yo gano lo suficiente para que mi mujer y mi familia vivan sin necesidad de que nadie les invite a comer ni a nada. Mi mujer no está engañando a nadie, sólo está quitándole horas a su familia para trabajar gratuitamente por ti y por todo el pueblo. Me parece de cobardes insultar desde el anonimato a un grupo de personas, ahora estas mujeres y otros años a otras personas, criticando lo que hacen sin pensar que lo hacen por todos.
Vuelvo a repetirlo, desde ahora mi labor con respecto a la mayordomía será convencerlas a todas para que se vayan a sus casas, devuelvan el dinero a los socios y que el que tenga valor se encargue de las fiestas de 2006.
Alonso Hernández Martínez. Marido de una de las mujeres de la mayordomía.