Qué menos que hacer algo en todos estos años ¿faltaría más! Es su obligación.
Qué tenemos: un caos de tráfico desde hace unos años comparable al de una ciudad mucho mayor, urbanizaciones en nuestros espacios naturales que promueven gentes de otros pueblos recalificándole tierras (a los caravaqueños no nos dejan dar esos pelotazos), un hospital que recibe más quejas que visitas con un trato indignante al ciudadano y con un servicio de urgencias que cada dos por tres tiene quejas en la prensa, ejemplo de mala gestión en toda la Región, una juventud que no sabe qué hacer con su vida y sigue emigrando a Murcia, un enchufismo bárbaro en todo lo relacionado con el ayuntamiento, un pabellón que recién inaugurado que es objeto de críticas y que ni mucho menos es público (es una empresa como otra), un Camino del Huerto a punto de rodearse de urbanizaciones, una prolongación de la Gran Vía que pese a ser nueva está hecha con calles estrechas y mal planificadas para que los urbanizadores ganaran más. Eso sí, tenemos una fama de beatos en toda España que no atrae ningún turismo menor de 40 años, con algo de poder adquisitivo. Ah! También tenemos recalificadas las tierras de algún concejal.
Qué han vendido o regalado: un convento de las carmelitas (pronto morirán tambien los cipreses), un pabellón festero que han regalado a un particular y que todos los caravaqueños habíamos pagado con nuestros impuestos, un campo de fútbol que damos para que algún amigo haga pisos, hemos regalado nuestro patrimonio natural que están esquilmando para construir campos de golf (¡en Caravaca bochornoso!) cuando el resto del noroeste no se ha atrevido a cargarse lo que más valor tiene en esta zona, también ha volado parte del dinero de Caravaca-jubilar pero bueno, qué se le va ha hacer.
Qué han intentado cargarse: Las Fuentes, que se las iban a regalar a su propia concejala y el barrio del castillo que iban a atravesar con sus calles novedosas.
Qué no tenemos: nada que ofrecer al visitante que quiera pasar más de un fin de semana en el pueblo (ni ocio, ni actividades, ni pronto medio ambiente), ni un concierto (en cualquier pueblo de los alrededores cuidan a sus jóvenes), nueva actividad industrial, trabajo digno en Caravaca, atractivos que no tengan que ver con la religión (no todo puede venir del cielo), promoción de la pequeña empresa, no tenemos viviendas para jóvenes, no tenemos funcionarios eficientes, no tenemos aparcamiento en el pueblo, no hay un cine decente, con una programación decente, etc.
Por cierto, Aranda no tuvo nada que ver con la autovía. Y, por supuesto menos con el crecimiento demográfico que tiene bastante más que ver con la inmigración.
Qué tenemos: un caos de tráfico desde hace unos años comparable al de una ciudad mucho mayor, urbanizaciones en nuestros espacios naturales que promueven gentes de otros pueblos recalificándole tierras (a los caravaqueños no nos dejan dar esos pelotazos), un hospital que recibe más quejas que visitas con un trato indignante al ciudadano y con un servicio de urgencias que cada dos por tres tiene quejas en la prensa, ejemplo de mala gestión en toda la Región, una juventud que no sabe qué hacer con su vida y sigue emigrando a Murcia, un enchufismo bárbaro en todo lo relacionado con el ayuntamiento, un pabellón que recién inaugurado que es objeto de críticas y que ni mucho menos es público (es una empresa como otra), un Camino del Huerto a punto de rodearse de urbanizaciones, una prolongación de la Gran Vía que pese a ser nueva está hecha con calles estrechas y mal planificadas para que los urbanizadores ganaran más. Eso sí, tenemos una fama de beatos en toda España que no atrae ningún turismo menor de 40 años, con algo de poder adquisitivo. Ah! También tenemos recalificadas las tierras de algún concejal.
Qué han vendido o regalado: un convento de las carmelitas (pronto morirán tambien los cipreses), un pabellón festero que han regalado a un particular y que todos los caravaqueños habíamos pagado con nuestros impuestos, un campo de fútbol que damos para que algún amigo haga pisos, hemos regalado nuestro patrimonio natural que están esquilmando para construir campos de golf (¡en Caravaca bochornoso!) cuando el resto del noroeste no se ha atrevido a cargarse lo que más valor tiene en esta zona, también ha volado parte del dinero de Caravaca-jubilar pero bueno, qué se le va ha hacer.
Qué han intentado cargarse: Las Fuentes, que se las iban a regalar a su propia concejala y el barrio del castillo que iban a atravesar con sus calles novedosas.
Qué no tenemos: nada que ofrecer al visitante que quiera pasar más de un fin de semana en el pueblo (ni ocio, ni actividades, ni pronto medio ambiente), ni un concierto (en cualquier pueblo de los alrededores cuidan a sus jóvenes), nueva actividad industrial, trabajo digno en Caravaca, atractivos que no tengan que ver con la religión (no todo puede venir del cielo), promoción de la pequeña empresa, no tenemos viviendas para jóvenes, no tenemos funcionarios eficientes, no tenemos aparcamiento en el pueblo, no hay un cine decente, con una programación decente, etc.
Por cierto, Aranda no tuvo nada que ver con la autovía. Y, por supuesto menos con el crecimiento demográfico que tiene bastante más que ver con la inmigración.