Hola a todos:
Estoy leyendo últimamente los comentarios que circulan en este foro acerca de nuestros carnavales y, a decir verdad, al principio me divertían. Consideraba aquellos iniciales chascarrillos, dimes y diretes, como el producto lógico de una competitividad entre comparsas que, en realidad, lo único que consiguía era aumentar el nivel de las distintas agrupaciones, otorgarle más prestigio a las fiestas y generar ilusión e inquietudes entre todos los carnavaleros. Vamos, que parecía ser un síntoma claro de la bonanza y auge del Carnaval beniajanense. Olé por ellos, pensaba, como alguien ajeno a este tinglado que soy, pero muy orgulloso de todo aquello que dignifica a Beniaján... Y nuestro Carnaval lo es, o eso creía yo.
Ahora sólo veo odio, mala idea, insultos gratuítos y unas fiestas a punto de irse al traste por culpa de unos pocos. Los comentarios que circulan en el foro o por la calle no paran de subir de tono: que si unos son tal, que si otros son cual, que si el jurado está comprado, que si hay influencias... Para asombro de todos, se le está cayendo la dorada máscara a nuestro Carnaval (nunca mejor dicho), para mostrar su cara más tenebrosa, hipócrita y cateta. Viéndola, uno se llega a avergonzar de ser de Beniaján; más aún, cuando el Carnaval se convierte en privilegiado embajador de nuestro pueblo y lleva fuera de nuestras fronteras el burdo espectáculo del enfrentamiento malintencionado y ruín entre comparsas.
No hundáis algo que ha costado tanto de levantar. No decepcionéis a vuestro pueblo. Competid sanamente, esto no es una guerra. Contagiad vuestro amor al Carnaval, no el odio entre comparsas. Reclamad ante jurados injustos, apoyad a jurados justos. Felicitaros entre vosotros, trabajad juntos. Y haréis de nuestros Carnavales los más grandes, los más hermosos y los más dignos de cuantos existen en el mundo.
Un saludo, de un beniajanense cualquiera.
Estoy leyendo últimamente los comentarios que circulan en este foro acerca de nuestros carnavales y, a decir verdad, al principio me divertían. Consideraba aquellos iniciales chascarrillos, dimes y diretes, como el producto lógico de una competitividad entre comparsas que, en realidad, lo único que consiguía era aumentar el nivel de las distintas agrupaciones, otorgarle más prestigio a las fiestas y generar ilusión e inquietudes entre todos los carnavaleros. Vamos, que parecía ser un síntoma claro de la bonanza y auge del Carnaval beniajanense. Olé por ellos, pensaba, como alguien ajeno a este tinglado que soy, pero muy orgulloso de todo aquello que dignifica a Beniaján... Y nuestro Carnaval lo es, o eso creía yo.
Ahora sólo veo odio, mala idea, insultos gratuítos y unas fiestas a punto de irse al traste por culpa de unos pocos. Los comentarios que circulan en el foro o por la calle no paran de subir de tono: que si unos son tal, que si otros son cual, que si el jurado está comprado, que si hay influencias... Para asombro de todos, se le está cayendo la dorada máscara a nuestro Carnaval (nunca mejor dicho), para mostrar su cara más tenebrosa, hipócrita y cateta. Viéndola, uno se llega a avergonzar de ser de Beniaján; más aún, cuando el Carnaval se convierte en privilegiado embajador de nuestro pueblo y lleva fuera de nuestras fronteras el burdo espectáculo del enfrentamiento malintencionado y ruín entre comparsas.
No hundáis algo que ha costado tanto de levantar. No decepcionéis a vuestro pueblo. Competid sanamente, esto no es una guerra. Contagiad vuestro amor al Carnaval, no el odio entre comparsas. Reclamad ante jurados injustos, apoyad a jurados justos. Felicitaros entre vosotros, trabajad juntos. Y haréis de nuestros Carnavales los más grandes, los más hermosos y los más dignos de cuantos existen en el mundo.
Un saludo, de un beniajanense cualquiera.