Desde luego que, ciertamente, por San Juan siempre ha habido fiestas en Beniaján... Y el periodo festivo beniajanense tradicional se abría de hecho la noche del 23 de junio (día del santo) y acababan el 16 de julio (día de la Virgen); tirando de hemerotecas se encuentra mucha información al respecto... Pero en algo discrepo y es en la proclamación de San Juan como patrono de la villa. No lo es en absoluto, pues nunca ha tenido Beniaján un santo patrono oficial más allá de Nuestra Señora del Carmen. Sí lo ha sido de nuestra parroquia más antigua, fundada tras la Reconquista (siglo XIII) bajo su advocación, sufriendo infinidad de avatares a lo largo de la historia y convertida hoy en la más importante y castiza de Beniaján.
Que San Juan fuera el primer santo al que se rindió culto en estas tierras, y que bajo su nombre se hayan levantado hasta tres iglesias distintas en épocas diversas a lo largo de los siglos, le da un peso más que considerable a nivel religioso local y merece cualquier homenaje festivo (como así ha tenido y sigue teniendo)... Pero hoy por hoy no ostenta el patronazgo del pueblo. Quizá debiera serle concedida tal distinción de forma oficial, haciendo de San Juan el señor de las tierras beniajanenses, compartiendo corona con la Santísima Virgen... Pero quizá debamos reflexionar también sobre lo siguiente:
Hay en Beniaján otro santo, imposible de estar a la par de San Juan en lo que a historia se refiere, pero que a mi juicio lo supera en cariño popular... Bajo su nombre está la plaza más céntrica de esta villa, aunque muchos lo desconozcan; en ella existió hasta los años 30 un santuario en su honor; su fiesta convocaba hasta décadas recientes a todo Beniaján en masa y a sus pueblos aledaños. Todo el mundo lo quiere y hoy vigila, cuida y observa a los beniajanenses desde el rincón más alto del pueblo. No es otro que San Antón, el que para mí debiera ser patrón oficial de la Villa de Beniaján.
Que San Juan fuera el primer santo al que se rindió culto en estas tierras, y que bajo su nombre se hayan levantado hasta tres iglesias distintas en épocas diversas a lo largo de los siglos, le da un peso más que considerable a nivel religioso local y merece cualquier homenaje festivo (como así ha tenido y sigue teniendo)... Pero hoy por hoy no ostenta el patronazgo del pueblo. Quizá debiera serle concedida tal distinción de forma oficial, haciendo de San Juan el señor de las tierras beniajanenses, compartiendo corona con la Santísima Virgen... Pero quizá debamos reflexionar también sobre lo siguiente:
Hay en Beniaján otro santo, imposible de estar a la par de San Juan en lo que a historia se refiere, pero que a mi juicio lo supera en cariño popular... Bajo su nombre está la plaza más céntrica de esta villa, aunque muchos lo desconozcan; en ella existió hasta los años 30 un santuario en su honor; su fiesta convocaba hasta décadas recientes a todo Beniaján en masa y a sus pueblos aledaños. Todo el mundo lo quiere y hoy vigila, cuida y observa a los beniajanenses desde el rincón más alto del pueblo. No es otro que San Antón, el que para mí debiera ser patrón oficial de la Villa de Beniaján.