Mi padre es de
Beniaján y adora su
pueblo, enseñándome a mí en la distancia a quererlo de igual forma. Allí he pasado los días más
felices de mi infancia, manteniendo aún buenos lazos familiares y de
amistad con muchos beniajanenses.
Os envío un saludo, con añoranza, deseando lo mejor para vuestro pueblo. Hasta pronto.