Monumento en honor a este
pueblo melonero.
Por iniciativa de la Asociación de Mujeres de
Villaconejos.
El autor del monumento es José Luis
Torres García-Mochales.
Bonito pueblo madrileño que está a 56 kilómetros de la capital.
Villaconejos ha
ganado buena fama mundial gracias a sus melones, y también hay que decirlo, en
España, unos de los símbolos del
verano son los melones.
Esta mítica
fruta veraniega ha conseguido gran fama internacional gracias al conocimiento de varias generaciones de agricultores, que ha ido pasando de abuelos a padres y de padres a hijos.
El prestigio de este manjar estival es tanto, que, y según nos cuentan, el “Melón de Villaconejos” también se cultiva en otras Comunidades españolas (de mayo a octubre).
Este año, debido a la sequía que estamos padeciendo y las altas temperaturas de los últimos meses, la producción de melones no ha sido la deseada. Si al duro trabajo de las explotaciones agrícolas le añadimos unas rigurosas condiciones meteorológicas, nunca les agradeceremos lo suficiente a todas estas personas que trabajan en el
campo.
Un poco de la
historia de Villaconejos.
Villaconejos debe su nombre a la cantidad de conejos que abundaban hace años en esta zona. En principio, el nombre del pueblo fue el de Villa de los Conejos, y más tarde adoptaría el que ahora tiene, pero escrito de otra forma, Villa Conejos.
El origen de Villaconejos, aunque algo incierto, parece tener lugar antes de la dominación árabe, remontándose a los años anteriores al 711, aunque para ciertos autores es más verosímil que sus comienzos coincidiesen con los años durante los cuales tuvo lugar la Reconquista.
En la Edad Moderna perteneció al Sexmo de Valdemoro hasta que en 1834 pasó a formar parte del partido judicial de
Chinchón. La administración del pueblo fue llevada a cabo por la Comunidad de Villa y Tierra de
Segovia hasta que pasa a la Comunidad de Villa y Tierra de
Madrid en 1801, posteriormente incluida en la creación administrativa de la provincia de Madrid en 1833.
La actividad principal en la historia del pueblo ha sido la
agricultura. Cultivando
olivos, vides y cereales.
La calidad del aceite es excelente y los buenos vinos hacen honor a la fama de los viñedos de la zona.
Como comentamos anteriormente, sus melones tienen fama mundial. En cuanto al cultivo del melón, reza la leyenda que fue un soldado a su vuelta del norte África, a finales del siglo XIX, quien trajo las primeras semillas que después empezaron a sembrarse en
fincas del municipio. Esta actividad es una de las principales en la economía del municipio.
Dada su ubicación entre municipios eminentemente turísticos como
Aranjuez y Chinchón, Villaconejos ha sido Declarada Zona de Afluencia Turística, lo que la convierte en lugar de encuentro de visitantes.