Mercado de Maravillas. Bravo Murillo, 122, TETUAN

Mercado de Maravillas.
Bravo Murillo, 122.

Posiblemente sea uno de los mercados cubiertos más grandes de Europa. Quien lo frecuenta dice que es el mejor mercado tradicional de Madrid. Ofrece una gran variedad de productos frescos, buenos precios y la ubicación es excelente. Lugar donde se pueden conseguir productos españoles, latinos o asiáticos.
En 1942 se inaugura el mercado diseñado por el arquitecto Pedro Muguruza Otaño (miembro de la Real Academia de San Fernando y Director General de Arquitectura de Madrid. Autor del edificio del Palacio de la Prensa en la Gran Vía, del Edificio Coliseum y la Estación del Norte de Ferrocarril. También diseñó El Valle de los Caídos en San Lorenzo de El Escorial, y el monumento a Cervantes en la Plaza de España).
Se edificó en el solar que dejó el Colegio de Nuestra Señora de las Maravillas tras el incendio que sufrió en 1931 en el barrio de Cuatro Caminos. Destaca la gran superficie construida del edificio de aproximadamente 20.000 m2, de los que casi la mitad, 8.800m2, son dedicados a uso comercial y en una sola planta, con más de 200 puestos.
La fachada principal en la calle Bravo Murillo es de ladrillo visto, con una importante marquesina en voladizo de hormigón armado, y la planta baja porticada con pilares chapados con granito gris cristal.
En el Plan General de Ordenación Urbana de Madrid, en vigor desde 1985, el edificio del Mercado de Maravillas aparece catalogado, con un nivel de protección 3, donde hay que conservar el estado actual de todas las fachadas y de todos los elementos singulares como las escalas.
Es un clásico mercado de los de antes, de esos que nos recuerdan cuando las abuelas nos llevaban al mercado a comprar con ellas.
Te embelesará nada más entrar, con sus peculiares olores y colores.

Tetuán de las Victorias.

Un poquito de su historia:
Los orígenes de Tetuán se remontan a la Guerra de África, en 1860, cuando el ejército victorioso del general O'Donnell regresa de la contienda y acampa en la Dehesa de Amaniel (hoy día Dehesa de la Villa), mientras se preparaba la entrada triunfal en la capital (que nunca sucedió). Alrededor del campamento (que de provisional se iba convirtiendo en permanente) se fueron instalando comerciantes de productos de alimentación, y también merenderos estables a los que acudían en los festivos los vecinos de la capital. Y aquí nació el barrio conocido como “Tetuán de las Victorias” (por la ciudad marroquí de Tetuán, de donde regresaron los soldados participantes en dicha campaña).
Esta zona era la frontera de Madrid y pertenecía al pueblo de Chamartín de la Rosa. Pronto se estableció una plaza de toros que sobrevivió hasta la Guerra Civil.
Los elevados precios del suelo en la capital, forzados por la especulación derivada del Ensanche, llevaron a muchos de los que emigraban a Madrid a instalarse en Tetuán (como en otros barrios del extrarradio). Los tranvías y luego el metro se construyeron enseguida en Tetuán para rentabilizar el traslado de la mano de obra a la ciudad. La inauguración de la línea 1 del Metro Progreso-Cuatro Caminos en el año 1919, fue ampliada hasta Tetuán en el año 1929, lo que potenció el desarrollo del barrio.
En 1948, Chamartín de la Rosa fue incorporado a Madrid (junto a otros pueblos que hacían frontera con la capital). Tetuán se convierte en distrito independiente de la capital en la división de 1955 y manteniéndose como tal hasta hoy día.
Tetuán es muy heterogéneo, tanto arquitectónica como socialmente. En él podemos encontrar desde modernos rascacielos, en el complejo AZCA, centro financiero de Madrid, hasta pequeñas casas de tipología rural o semirrural, herencia del barrio en sus orígenes, en la zona oeste del distrito.
La calle Bravo Murillo, en su tramo desde la glorieta de Cuatro Caminos a plaza de Castilla, vertebra el distrito.