Vaya yo juraría que el día de la cacerolada habíamos unos cuantos frente al ayuntamiento reclamando que el alcalde saliera al balcón y diera la cara, de hecho como no salía, se le pito y se tiraron huevos, ese día en su despacho había luz, y sabía de sobra que la cacerolada iba por el, y por su mala gestión con el agua, y la gente iba a cara descubierta y con cacharro en mano, tampoco nos escondemos cuando solicitamos el salón de actos para las reuniones de SOS, ni cuando pegamos carteles, y sí, ... (ver texto completo)