Monumento a Felipe IV. Plaza de Oriente. Uno de los cuatro leones de bronce, RETIRO

Uno de los cuatro leones de bronce que custodian la base de monumento.
Obras de Francisco Elías Vallejo.

Monumento a Felipe IV.
Plaza de Oriente.
Madrid.
El monumento a Felipe IV ocupa el centro de la plaza de Oriente. Fue levantado a instancias de la reina Isabel II en la primera mitad del siglo XIX, si bien su pieza más relevante, la estatua ecuestre del rey Felipe IV, data del siglo XVII. Ésta se debe al escultor Pietro Tacca, al que le hicieron llegar a Italia dos bocetos pintados por Velázquez, uno con el rey a caballo y otro de medio cuerpo. Tacca trabajó seis años en la escultura, desde 1634 hasta 1640.
Tacca contó con el asesoramiento científico de Galileo Galilei para asegurar su estabilidad. Se trata de una obra maestra de la escultura ecuestre, por su calidad y por estar considerada la primera escultura “en corveta”, es decir, con las patas delanteras del caballo levantadas, sostenido sobre las traseras, y discretamente sobre su cola. El conjunto se completa con un pedestal, adornado con diferentes grupos escultóricos y dos fuentes.
Galileo Galilei, fue quien sugirió que, para lograr que el caballo se sujetase solamente sobre dos patas, se hiciera maciza la parte trasera de la escultura y hueca la delantera.
La estatua de Felipe IV responde a una iniciativa del propio monarca, quien quiso contar con una escultura ecuestre similar a la de la Plaza Mayor, erigida en honor de su padre, el rey Felipe III. Felipe IV manifestó su deseo de que la obra que le retratase superara en calidad artística e impacto visual a la de su padre. Capricho que fue convenientemente interpretado por su valido, el Conde Duque de Olivares.
Otro de los artistas que trabajaron en el proyecto fue el escultor Juan Martínez Montañés, quien aceptó el encargo de Velázquez de modelar una cabeza del rey, para que Tacca tuviera una referencia en relieve de los rasgos faciales de Felipe IV. Cuando Tacca envió a España el primer modelo en barro de la estatua para su aprobación por el monarca, este no dio su visto bueno a la cabeza, pues no encontraba parecido con su rostro. Ésta finalmente fue realizada por Ferdinando Tacca, hijo del escultor italiano.
La estatua ahora queda mirando hacia el Teatro Real. Pero anteriormente estuvo ubicada en diferentes lugares de la capital, como el Palacio del Buen Retiro o el Real Alcázar de
MADRID
En las caras oriental y occidental del monumento se sitúan dos bajorrelieves promovidos por la reina Isabel II, en 1843.
La base está custodiada por cuatro leones de bronce, ubicados en cada esquina.
En el lado este de la base se emplaza la escultura de un anciano, que simboliza al río Jarama. Este esquema se repite en la cara oeste del monumento en referencia al río Manzanares.