El origen de
Pelayos de la Presa se remonta a la época prehistórica. Fe de ello dan las pinturas rupestres neolíticas encontrados en la Dehesa de la Enfermería, que parecen ser indicativo de un asentamiento humano.
La inauguración del
tren con
San Martín de Valdeiglesias, a principios de siglo, del que queda el
edificio de la
estación como recuerdo del único viaje realizado en 1935.
Posteriormente, la creación del
Pantano de San Juan atrajo a visitantes y numerosas personas que establecieron en las inmediaciones de Pelayos su segunda residencia.
Pelayos no solo destaca por sus alrededores, sino que cuenta con interesantes lugares que descubrir dentro de su casco urbano.
Otro punto curioso es la
escultura levantada como
homenaje al burro, fiel compañero del hombre, en la conocida como rotonda del burro.