Solo tengo buenos recuerdos de este sitio, yo sigo yendo aunque no muy a menudo ya que la casa es de mi tía y solemos ir a celebrar algún cumpleaños. Aquí pasé los mejores veranos de mi vida gracias a mis tíos. El sotanillo con Paco, el bar de Luciano con su maquina de discos en la que no paraba de sonar supertram mientras unas cuantas mesas se echaban órdago a pares o a juego. El Miguel y el Jabalí. La plaza con sus reñidos partidos de voley entre Virutas y Pirilas (yo jugaba en el Sprinter). Las ... (ver texto completo)