Hay historiadores que creen que el oso no está buscando frutos en un madroño, consideran que lo que está haciendo es coger el fruto del Almez o lodon, que amaba denominaciones, entre otras, es válida para un árbol que abundó en la zona y cuyos frutos, más pequeños que los del madroño, también son comestibles. Por cierto, el nombre del pueblo madrileño de Torrelodones tiene mucho que ver con la abundancia de lodones en el territorio sobre el que nació ese pueblo.