Iberdrola no deja de dar sorpresas. Tras las dos operaciones corporativas anunciadas recientemente -la absorción de Iberdrola Renovables y la entrada de Catar en su capital-, ayer se desveló otra relevante determinación de la eléctrica, si bien en esta ocasión en el campo jurídico. En concreto, en la batalla judicial que libra con la constructora ACS, su principal accionista. En una inesperada decisión, el grupo energético vasco ha dado marcha atrás y hace algo más de dos semanas solicitó el sobreseimiento del caso de las cuentas del grupo constructor, contra las que había presentado un recurso al considerar que ocultaban pérdidas multimillonarias.