Además de lo dicho anteriormente.-
Sabemos que, la resistencia en Madrid fue muy dura…
Fue dura, es emblemática, de esas ciudades que se toma como referencia. Fue un mal período, un período histórico que puede ser interpretado de distintas maneras, pero sin duda es un período donde Madrid sangró, en el sentido amplio de la palabra. Desapareció mucho patrimonio durante la guerra, por los bombardeos, por asaltos a iglesias, destrucción de conventos, se perdieron piezas, se quemaban libros... Además, Madrid no se recuperó de esos años, todo lo que se destruyó, o se reconstruyó mal o tardó muchas décadas en reconstruirse.
La guerra civil marca un antes y un después en la historia de la ciudad y de sus gentes, desaparecieron muchos madrileños, o caídos en combate, o exiliados, y el ambiente de Madrid fue totalmente distinto en las posguerra a lo que eran los días de la República. Y el ambiente nocturno de Madrid es un clásico…
Y que:
La noche de Madrid ha sido algo habitual. No en la época de los Habsburgo, en la que había sólo un barrio, el de las Musas, hoy el barrio de las letras, donde había movimiento y la gente salía a divertirse, el resto de la ciudad estaba a oscuras y era muy peligroso. Pero en el cambio de siglo del XIX al XX, a través de los escritos de Valle-Inclán y otros escritores, sabemos que los cafés de la Puerta del Sol no tenían cierre, estaban abiertos las 24 horas del día, por lo tanto es que había clientes. También se sabe que la zarzuela tenía una sesión de madrugada, o que en los años 20, los cabarets permanecían abiertos hasta las 3 o 4 de la mañana. En la actualidad se sale mucho de noche, pero es que hace ya 100 años la puerta del Sol estaba llena de gente. Es una tradición, y también es algo propio de los países mediterráneos. Quizá de Italia no, pero por ejemplo sí de Grecia, que tienen nuestras mismas costumbres, y aunque Madrid no es Mediterránea tiene mucha huella suya.
Sabemos que, la resistencia en Madrid fue muy dura…
Fue dura, es emblemática, de esas ciudades que se toma como referencia. Fue un mal período, un período histórico que puede ser interpretado de distintas maneras, pero sin duda es un período donde Madrid sangró, en el sentido amplio de la palabra. Desapareció mucho patrimonio durante la guerra, por los bombardeos, por asaltos a iglesias, destrucción de conventos, se perdieron piezas, se quemaban libros... Además, Madrid no se recuperó de esos años, todo lo que se destruyó, o se reconstruyó mal o tardó muchas décadas en reconstruirse.
La guerra civil marca un antes y un después en la historia de la ciudad y de sus gentes, desaparecieron muchos madrileños, o caídos en combate, o exiliados, y el ambiente de Madrid fue totalmente distinto en las posguerra a lo que eran los días de la República. Y el ambiente nocturno de Madrid es un clásico…
Y que:
La noche de Madrid ha sido algo habitual. No en la época de los Habsburgo, en la que había sólo un barrio, el de las Musas, hoy el barrio de las letras, donde había movimiento y la gente salía a divertirse, el resto de la ciudad estaba a oscuras y era muy peligroso. Pero en el cambio de siglo del XIX al XX, a través de los escritos de Valle-Inclán y otros escritores, sabemos que los cafés de la Puerta del Sol no tenían cierre, estaban abiertos las 24 horas del día, por lo tanto es que había clientes. También se sabe que la zarzuela tenía una sesión de madrugada, o que en los años 20, los cabarets permanecían abiertos hasta las 3 o 4 de la mañana. En la actualidad se sale mucho de noche, pero es que hace ya 100 años la puerta del Sol estaba llena de gente. Es una tradición, y también es algo propio de los países mediterráneos. Quizá de Italia no, pero por ejemplo sí de Grecia, que tienen nuestras mismas costumbres, y aunque Madrid no es Mediterránea tiene mucha huella suya.