CARTA ABIERTA A MI AMIGO FLORENCIO
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No es posible que una persona se pierda, así, por las buenas.
El, desde luego tenía una gran operación, luego un infarto, y además era diabético.
Los médicos le aconsejaban que tenía que seguir andando mucho, como lo hizo siempre y seguir también con la natación, era bueno para el corazón.
Había días que me decía que había nadado trescientos metros.
Yo siempre le aconsejaba, e insistía que era una exageración para sus operaciones. sus males.
El siempre me acompañaba a las tertulias literarias y me daba ideas para el Grupo de Teatro, aun cuando no participó nunca.
Nos comunicábamos mucho por Internet.
Un buen DIA desaparece, no hay ordenador, ni teléfono, ni indagaciones familiares. ¡Nadie sabe Nada!.
Sus amigos de la piscina, no saben nada tampoco, están como yo. ¡Ha sido como una paloma urbana que pasó por nuestro Jardín!
Es noble, bueno, amigo de sus amigos y nadie sabe donde esta Florencio. Mis pensamientos son: que ha fallecido y no por violencia, como digo era muy noble, sino por tantas cosas como tenia.
Secreto familiar, entierro en el pueblo y con su muerte se terminó todo. Yo le he seguido mucho tiempo enviando Email y no han venido devueltos, pero, que alguien me podía haber dicho algo, pues yo lo he estado solicitando siempre.
Todo termino con el, ni amigos, ni deudos.
¿Es que tu casa no era tu casa? – No vale tanto un amigo –
Yo pienso que si estas donde yo croe que estas, tu mismo mandaras un mensaje a traves de las ondas ´-
En las tertulias en el gimnasio en los bares donde tomábamos aquellos descafeinados sin azúcar, pues los dos somos diabéticos,
Alguien tenía que decir algo. esto no es cosa de policía.
¡No vale tanto un amigo! A ver si la fueza de Internet me busca algún clavo para agarrarme. Lo poco que se de la familia lo respeto.
Nuestra compañía literaria, o nuestras creencias, quizás no encajó
Lo que si digo que mi verso esta triste. Cualquiera que sea la razón, yo sigo creyendo en la amistad.
¡y es que un amigo, es un amigo!
Manuel de Viegu
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No es posible que una persona se pierda, así, por las buenas.
El, desde luego tenía una gran operación, luego un infarto, y además era diabético.
Los médicos le aconsejaban que tenía que seguir andando mucho, como lo hizo siempre y seguir también con la natación, era bueno para el corazón.
Había días que me decía que había nadado trescientos metros.
Yo siempre le aconsejaba, e insistía que era una exageración para sus operaciones. sus males.
El siempre me acompañaba a las tertulias literarias y me daba ideas para el Grupo de Teatro, aun cuando no participó nunca.
Nos comunicábamos mucho por Internet.
Un buen DIA desaparece, no hay ordenador, ni teléfono, ni indagaciones familiares. ¡Nadie sabe Nada!.
Sus amigos de la piscina, no saben nada tampoco, están como yo. ¡Ha sido como una paloma urbana que pasó por nuestro Jardín!
Es noble, bueno, amigo de sus amigos y nadie sabe donde esta Florencio. Mis pensamientos son: que ha fallecido y no por violencia, como digo era muy noble, sino por tantas cosas como tenia.
Secreto familiar, entierro en el pueblo y con su muerte se terminó todo. Yo le he seguido mucho tiempo enviando Email y no han venido devueltos, pero, que alguien me podía haber dicho algo, pues yo lo he estado solicitando siempre.
Todo termino con el, ni amigos, ni deudos.
¿Es que tu casa no era tu casa? – No vale tanto un amigo –
Yo pienso que si estas donde yo croe que estas, tu mismo mandaras un mensaje a traves de las ondas ´-
En las tertulias en el gimnasio en los bares donde tomábamos aquellos descafeinados sin azúcar, pues los dos somos diabéticos,
Alguien tenía que decir algo. esto no es cosa de policía.
¡No vale tanto un amigo! A ver si la fueza de Internet me busca algún clavo para agarrarme. Lo poco que se de la familia lo respeto.
Nuestra compañía literaria, o nuestras creencias, quizás no encajó
Lo que si digo que mi verso esta triste. Cualquiera que sea la razón, yo sigo creyendo en la amistad.
¡y es que un amigo, es un amigo!
Manuel de Viegu