Cambio de TERCIO:
Toro de Lidia "además"
Entre otras cosas además de la cultura y el arte, no solo de los toreros
También de pintores, poetas, literatos (cantes y bailes,) etc.. etc.. todo ello subliminado.
Edemás de su pertenencia en el ecosistema y la ecología.
El toro bravo o de lidia es un defensor del medioambiente; un valor ecológico de primera magnitud, y un elemento fundamental para el mantenimiento y pervivencia de la dehesa, un ecosistema único y exclusivo de la Península Ibérica
Saludos con un "brindis torero"
Toro de Lidia "además"
Entre otras cosas además de la cultura y el arte, no solo de los toreros
También de pintores, poetas, literatos (cantes y bailes,) etc.. etc.. todo ello subliminado.
Edemás de su pertenencia en el ecosistema y la ecología.
El toro bravo o de lidia es un defensor del medioambiente; un valor ecológico de primera magnitud, y un elemento fundamental para el mantenimiento y pervivencia de la dehesa, un ecosistema único y exclusivo de la Península Ibérica
Saludos con un "brindis torero"
El brindis es un rito a través del cual el torero ofrece la muerte del toro a una persona de su elección. En realidad sería éste el brindis por antonomasia, y como se realiza antes de la faena de muleta se entiende también que el torero no solo brinda la muerte del toro, sino el conjunto de la faena y la muerte. Pueden brindarse otras suertes y el caso más común es brindar un par de banderillas.
En este caso era costumbre que el matador se dirigiera a la persona o personas a las que iba dirigido el brindis mostrándoles las banderillas formando un aspa. Esta fórmula tradicional ha caído hoy casi en desuso y el brindis de un par de banderillas se suele hacer con el par de banderillas en una mano y dirigiéndose con ellas a la persona o personas elegidas. Dado que los matadores pueden banderillear desmonterados, solo en el caso de que lo hagan con montera se destocarán a la vez que hacen este gesto, que también puede ser dirigido a todo el público.
En este caso era costumbre que el matador se dirigiera a la persona o personas a las que iba dirigido el brindis mostrándoles las banderillas formando un aspa. Esta fórmula tradicional ha caído hoy casi en desuso y el brindis de un par de banderillas se suele hacer con el par de banderillas en una mano y dirigiéndose con ellas a la persona o personas elegidas. Dado que los matadores pueden banderillear desmonterados, solo en el caso de que lo hagan con montera se destocarán a la vez que hacen este gesto, que también puede ser dirigido a todo el público.