Fin de la vuelta ciclista, MADRID

Por sentirnos abandonados, por no sentir el consuelo,

Creyendo que nos quedamos solos en un singular desierto.

Pero la madre, con amor presuroso, casi sin fuerzas,

Por el esfuerzo del nacimiento, corre a abrazar a su hijo,

Carne de su carne , sangre de su sangre, suspiro de su aliento,

Para que sepa que no está solo, que con él está su madre,

Que aunque él esté fuera, ella lo lleva dentro.
Fin de la vuelta ciclista a España 2004.