Flagelación de
Cristo
MENGS, ANTONIO RAFAEL
1768-1769
Este cuadro, segundo del ciclo de la Pasión de Cristo en el dormitorio de Carlos III en el
Palacio Real Nuevo de
Madrid, colgaba en la pared de la
chimenea, a la derecha del
espejo, sobre la
puerta de la pieza de paso de la cámara al dormitorio. El aposentador de palacio, José Merlo, precisaba en 1781 que en este lienzo de la «Flagelación» quiso Mengs reproducir la reliquia de la
columna, «en un marmol obscuro con proporcion de una vara de alto, en lo vajo ancha, y como de dos tercios menos arriba», aunque la de la basílica de
Santa Práxedes en Roma difiera en el material. La figura de Cristo en el centro y su
manto azul tirado a la izquierda, contribuyen a marcar una composición piramidal, que se completa con la figura agachada y se abre con los otros sayones. Todos esos cuerpos muestran la importancia que el primer pintor de cámara del rey concedía al estudio anatómico en la formación artística, también al análisis de la incidencia de la luz en las formas humanas y en los objetos, y a la concepción misma de la distribución de las masas del cuadro para ser emplazado a una altura elevada.
Resulta evidente la relación de esta obra con Diego Velázquez –pintor destacado por Mengs en sus escritos dentro del «estilo natural»–, en el
colorido y, más en concreto, en la figura del sayón a la izquierda, cuyo torso desnudo de espaldas y los brazos siguen de cerca los del hijo de Jacob, situado asimismo a la izquierda, en el cuadro «La túnica de José» conservado en el Real
Monasterio de
San Lorenzo de El Escorial (Patrimonio Nacional, inv. 10014694). Se ha señalado como
fuente formal de los sayones, pero en posición inversa, un relieve en marfil atribuido a Andrea Pozzi, que representa el mismo asunto y procede de las colecciones reales españolas (
Museo Nacional del Prado, cat. E000278).
Por un comentario de Antonio Ponz, en su «Viage de
España», sabemos que el grabador Manuel Salvador Carmona, yerno de Mengs, tenía «un bosquejito de la flagelación para el quadro del mismo asunto que hay en el dormitorio de S. M. de ese Real Palacio».