Carlos IV en uniforme de coronel de las Reales Guardias de Corps. Galería Colecciones Reales, MADRID

Retrato de Carlos IV en uniforme de coronel de las Reales Guardias de Corps
GOYA Y LUCIENTES, FRANCISCO DE
1799
En 1799, el pintor aragonés inició una serie de efigies reales, culminada al año siguiente con el gran cuadro de «La familia de Carlos IV», el que los monarcas, en expresión castiza, denominaron «retrato de todos juntos». Esas primeras parejas de lienzos, entre las cuales se encuentra la de «Carlos IV en uniforme de coronel de Reales Guardias de Corps» y «María Luisa de Parma en traje de corte», le valieron para obtener el nombramiento de primer pintor de cámara el jueves 31 de octubre de 1799.

Carlos IV (1748-1819) muestra en el retrato ese semblante afable que Goya ha sabido fijar en nuestras retinas con sus pinturas. Con la tez sonrosada, ojos azules, nariz y mandíbula prominentes, viste uniforme de coronel de Reales Guardias de Corps, máxima graduación de la tropa encargada de velar por la seguridad de la Familia Real. Apoya la diestra en un bastón de mando, con la otra sostiene el sombrero militar de fieltro emplumado –de galón plateado y escarapela roja– y al cinto una espada con borlón plateado. Del cuello cuelga una cinta roja con la insignia del Toisón de Oro, con el vellocino dorado y las llamas de rubíes, y en el torso lleva cruzadas las bandas de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III, creada en 1771 –con la nueva disposición de los colores tras la reforma de 1792–; bajo la casaca, la roja de la napolitana Real Ordine di San Gennaro –instituida por el mismo Carlos de Borbón, en 1738, siendo rey de Nápoles y Sicilia–, con su cruz enganchada abajo y, prácticamente oculta por la anterior, la banda azul celeste de la orden de caballería francesa del Saint-Esprit. En la casaca, lleva prendidas las placas respectivas: arriba, en lugar preeminente, la de Carlos III; en medio, las de San Gennaro y Saint-Esprit; y la más grande, en la parte inferior, correspondiente a la orden portuguesa de las Tres Bandas –de Cristo, Avis y Santiago de la Espada–, recibida por Carlos IV en 1796. Todo representado con pinceladas que más se parecen a las de Velázquez que a las de Mengs.

La efigie sigue modelos del sevillano, único maestro, junto a la naturaleza y Rembrandt, reconocido por Goya. Un suelo indefinido y el fondo oscuro sirven de nexo común para los retratos de la pareja. El del rey fue copiado por Agustín Esteve para Manuel Godoy, pero formando pareja con una copia de la «María Luisa de Parma con mantilla», que en realidad fue concebida como complemento del «Carlos IV, cazador» (respectivamente, Patrimonio Nacional, inv. 10002935 y 10002934); las copias del pintor valenciano se conservan en el Museo Nacional del Prado
(24 de Noviembre de 2023)


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