De los Talleres Reales y Andrés de la Calleja (1705-1785).
Hecho en madera, hierro, cuero, terciopelo, hilo de plata sobredorada y cobres de óleo.
Es uno de los más antiguos
altares portátiles conservados en Patrimonio Nacional. Corresponde al reinado de Felipe V y fue realizado para el futuro Fernando VI cuando aún era Príncipe de
Asturias, siendo empleado después por su esposa Bárbara de Braganza. Con forma de arcón, desplegable y forrado exteriormente con cuero teñido de rojo, tiene su interior decorado con talla dorada, terciopelo rojo con
bordados en hilo de plata sobredorada y tres cobres pintados por Andrés de la Calleja: La Sagrada
Familia,
San Joaquín y
Santa Ana, flanqueada por San Antonio de Paula y San Francisco Javier, enmarcados con galón dorado. Sabemos de uso continuado de este objeto devocional: hay una
fotografía fechada de 1906 donde aparece en el
Salón Gasparini del
Palacio Real de
Madrid, dispuesto para el
bautizo del infante don Luis Alfonso de Baviera.