Del taller de Antonio Gómez de los
Ríos.
Tejido de seda
bordado al matiz con hilos de seda, hilos entorchados de plata sobredorada y hilos de plata en su
color.
Esta alfombra, magnífica desde el punto de vista técnico y
artístico, es una de las piezas más originales del pontifical bordado para la
Capilla del
Palacio Real Nuevo de
Madrid. Como el resto de las piezas que lo componían, el fondo está cuajado de los emblemas del rey Fernando:
castillos, leones y las lises de la
Casa de Borbón, así como los gules portugueses (rojo heráldico) de la Casa de Braganza, por su esposa, la reina Bárbara, nacida en Lisboa. Completando la decoración, Gómez de los Ríos bordó elementos eucarísticos -vides- y
adornos naturalistas de gusto barroco. En el centro, un tondo nimbado con el rey David, ancestro de
Cristo, cantando los salmos. Para terminar, en los ángulos, bajo coronas reales, como símbolo de poder universal de la Monarquía Española, en claroscuro azul, la personificación por medio de figuras femeninas de los cuatro continentes conocidos entonces (África, América, Asia y Europa).