Huesos de Santo y Buñuelos de Viento, MADRID

Huesos de Santo y Buñuelos de Viento.
Llega la festividad de Todos los Santos, y en Madrid ya lo empiezan a anunciar los maestros pasteleros. Pasamos por cualquier pastelería y vemos las bandejas pasteleras llenas de esos dulces tan típicos de Madrid por estas fechas: buñuelos y huesos de santo.
Huesos de Santo.
Posiblemente su origen se encuentre en Madrid (aparecen citados ya en el Arte de cocina de Francisco Martínez Montiño, de 1611). Se elaboran principalmente para la celebración del día de Todos los Santos. Los datos de estos dulces se remontan a comienzos del siglo XVII, aunque el empleo de mazapán es de la época andalusí.
También son típicos de la zona de Castilla y León, aunque no obstante, están muy difundidos por toda España.
Los huesos de santo son unos postres elaborados de mazapán (pasta de almendra), de color blanco y forma alargada y cilíndrica (semejante a la de un hueso con su tuétano), originalmente se rellenaban de dulce de yema, pero hoy día hay una gran variedad en el relleno, que puede ser de: ciruela, coco, cabello de ángel, mermelada, chocolate, e incluso yogur.
Se trata de un dulce con mucha concentración de azúcar y es esta la razón por la que resulta algo empalagoso. Suelen ser de precio algo elevado debido a que su elaboración es completamente artesanal.
Buñuelo de viento.
Los judíos sefardíes elaboraban desde el siglo X para celebrar la Janucá unos bollos fritos con harina de trigo que denominan bimuelos. La introducción de estos dulces en la celebración de Todos los Santos es una modificación cristiana, por la cercanía con la Janucá judía. Posteriormente se hicieron muy famosos en Madrid, donde llegaron a ser tan populares como los churros.
Los buñuelos de viento son bolas de masa elaboradas con harina de trigo, manteca y huevos que se fríen en aceite caliente. La masa suele tener forma de bola. La masa así frita puede llegar a doblar su volumen, es por esta razón por las que se les denomina con el apelativo “de viento” (es decir: hinchados). Los buñuelos de viento pueden ser rellenos de crema, chocolate, nata, cabello de ángel, trufa, etc.
Los rellenos suelen introducirse después de su elaboración mediante una pequeña abertura elaborada a tal efecto.
Los podemos encontrar en las pastelerías de Madrid entre finales de octubre y comienzos de noviembre.


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