Esta talla se guarda en esta
capilla barroca de la
colegiata de
San Isidro. El templo fue consagrado el 23 de septiembre de 1651, trece años antes de su conclusión, quedando adscrito a la citada orden religiosa e inicialmente dedicado a san Francisco Javier. En 1767, con la expulsión de los jesuitas, se transformó en colegiata.