Me llamó mucho la atención este
cartel que decía así: El
Santo Oficio impondrá severo y ejemplar castigo a todo aquel cristiano que con maléficas artes inhale y expela humo por cualesquiera de sus orificios naturales, utilizando para ello la planta del tabaco, malhayada en el Nuevo Mundo. Que así sea y se cumpla. ¡Cómo cambian los tiempos! ¿a mejor o a peor? No lo sé.