Para la construcción de la actual sede del Banco de
España se adquirió en 1882 el
palacio del marqués de Alcañices, situado en la
calle de Alcalá con vuelta al
Paseo del Prado y se acordó convocar un concurso público para la elección del proyecto arquitectónico que mejor se adaptase a las necesidades del Banco.
Solo se presentaron cuatro proyectos y ninguno de ellos era de la plena satisfacción de la comisión de obras, por lo que se encargó a los arquitectos del Banco Sainz de la Lastra y Adaro que, tras estudiar los
edificios de otros bancos europeos, redactaran el proyecto definitivo, aprobado a finales de 1883.
La primera
piedra se puso el 4 de julio de 1884, en un acto al que asistió el rey Alfonso XII y el
monumental edificio fue inaugurado en 1891.