No conocía este sitio pero eso no quita que no pueda enterarme de su
historia como esta que voy leyendo. No habían transcurrido aún cincuenta años desde la inauguración de la
plaza de Goya cuando se hablaba ya de su pequeñez e incapacidad. Dos soluciones se proponían. Una consistía en ampliar el coso existente reduciendo algo el ruedo y levantando otro piso, y la otra contemplaba la construcción de una plaza totalmente nueva. En esta imagen vemos a un torero haciendo un brindis al Doctor Fleming.