En las cortes convocadas en Madrid en el monasterio de san Jerónimo en 1528 por Carlos I, se declaró allí a Felipe de Habsburgo príncipe de Asturias, y fue jurado heredero y sucesor de los reinos.
En el siglo XVI, Felipe II amplía el llamado Cuarto Real, unos aposentos destinados al alojamiento de los monarcas y que sería germen del futuro Palacio del Buen Retiro que crecería junto a San Jerónimo «el Real». El Cuarto Real estaba junto al lado del Evangelio del presbiterio, de tal suerte que el...