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HORTALEZA: ESTA TARDE DE AGOSTO CON FRÍO EN EL ROSTRO...

ESTA TARDE DE AGOSTO CON FRÍO EN EL ROSTRO
En esta tarde noche de finales de agosto, el frío corre en mi rostro, y hasta los más jovenes tiritan con ese viento que te deja helado, son, 18, grados ahora mismo, y la Sierra de Madrid hace bueno su refrán, “Más vale abrigarse que no constiparse”, La mayoría de las personas se las ve abrigadas, no quieren entrar en septiembre con toses tontas, La montaña esta seria quizá esperando la lluvia que hace tiempo que no llueve, y aunque pocas huertas puede regar, las piedras a veces quieren mojarse y estar lavadas, el viento y los calores de este verano terrible. Parece pasar factura a muchos arboles desvalidos que les asusta tanta sequía, Este frío de los últimos días de agosto parece ser necesario, las personas quieren cambiar un poco de ropa, sentirse en su domicilio a gusto, sin temer esos 40, grados que tuvo Madrid algunas jornadas, Es probable que el calor pueda volver, más los días van acortando, y las noches se aproximan cada día en el atardecer, Incluso por las mañanas se nota esa madrugada más tardía, aunque el día tenga las mismas horas, Estos días de recogimiento hacen ver la vida con un poco de nostalgia y melancolía, típica en las tierras de Galicia, donde las nubes no dejan ver al sol en sus tardes de cielo cubierto, Los jóvenes y los infantiles niños cuentan sus días para empezar el colegio, algunos lo desean, otros quizá les agradaría seguir este tiempo de vida sin responsabilidad, aunque el retorno a las clases siempre te ofrece nueva forma de ver ese tiempo tan maravilloso, donde los pensamientos y aventuras se comentan sin tapujos, y donde los niños tratan de superar esos estudios de provecho para el futuro, Mi niñez y juventud no fue tan digamos de vacaciones, ya que desde los nueve años el verano era trabajar con mi padre en la siega y trilla, e incluso en otoño vendimiar, para poder ganar un dinero para tantos hermanos que éramos, poder salir adelante, no tengo ningún complejo, fui un niño feliz y me divertía con cualquier cosa, incluso tuve bicicleta a los siete años, y era una diversión fabulosa, me agrada recordar esos tiempo de entonces, que los tengo guardados en mi memoria. Sin apenas lujos, solo poder comer todos los días era una suerte. Y tener una familia que estaban pendiente de todos.
G X Cantalapiedra. 28 – 8 – 2025.