El pasado 4 mayo de 2003, el Papa Juan Pablo II canonizaba en Madrid a la Madre Maravillas de Jesús. Cinco años atrás, tan sólo dos meses después de ser beatificada, se atribuía a la religiosa un portentoso milagro. El 19 de julio de 1998, la familia de Manuel Vilar Silio, <<Manuelito>>, de tan sólo dieciocho meses de edad, se trasladó a una casita de campo situada en la pequeña localidad de Argentina de Nogoyá. Alicia Silio –la madre del bebé– se quedó en el interior de la casa cocinando. Mientras tanto, había dejado a su hijo en manos de otros familiares. Cuando la mujer terminó de preparar la comida, se interesó por el paradero, del niño pero nadie supo donde se hallaba. Los presentes comenzaron a inquietarse al no encontrar al bebé en ningún lugar de la casa.