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EL ALAMO: Hola a todos: Bueno, lo de llamarme muchacho te...

Hola a todos:

Bueno, lo de llamarme muchacho te lo agradezco, aunque aquello de la juventud ya me pasó. No es que esté peinando canas, pero estoy casi a la misma distancia de la jubilación que de aquellos maravillosos años. En fin, gracias de todos modos y voy al grano.

Verás, puede que algo de razón tengas, pero permíteme hacerte una observación que creo has pasado por alto.

El PSOE, desde su fundación hace más de un siglo, siempre ha sido un partido de agrupamiento y de marcado carácter federal. Por lo tanto no es raro que en los años de la transición e incluso algunos casos más recientes, muchos desencantados de las filas de la izquierda moderada vieran en el Partido Socialista su lugar. Equivocados o no, eso no voy a analizarlo, pero eso no lo llamo yo “fagocitar” a nadie, porque a nadie se le ha obligado a nada. Cristina Almeida es una desencantada de su antigua formación y no hay que darle más vueltas. Esto ocurre en todos sitios y en cualquier formación política podemos encontrar ejemplos como este.

Pero ya que me quieres hablar de fagocitamiento y supremacía, el ejemplo lo tienes más cerca, porque Izquierda Unida, como indica su denominación, nació para aglutinar a los desencantados y sumar fuerzas ante una derecha cada vez más poderosa y una izquierda un poco “perdida“. Pero mira por donde, Izquierda Unida se ha convertido en una formación casi residual (perdón por la expresión) donde el PCE es el amo y señor de la mayoría de las decisiones que se toman. ¿A esto no le llamas tu fagocitación? ¿Crees que el electorado puede confiar en una formación así? Las elecciones hasta ahora han demostrado que no.

Claro que el PSOE ha pactado con la burguesía catalana, pero este tipo de pactos deben verse con perspectiva y en el contexto temporal en que se dieron. A mi no es que me guste, pero cosas más raras se han visto, como por ejemplo los pactos bajo cuerda de Izquierda Unida con el Partido Popular del felizmente ex presidente Aznar. Si hombre, aquel pacto en el que aparecía Julio Anguita hablando de programa, programa, programa y una palabreja que se inventó y que llamó el SORPASO, mientras Aznar se frotaba las manos pensando “este tío es te---o del c--o”

Vamos que pactos contra natura, los de Izquierda Unida son inolvidables. ¡¡¡Como para que el PSOE quiera pactar con ellos!!!


Un afectuoso saludo.

Lobo.