El pretencioso cardo borriquero, apodado el tamborilero nos ha soltado otra perorata de las suyas. Su lenguaje procaz e insultón está lleno de mezquindad, doblez e hipocresía. Este progre burgués carece de todos los valores esenciales que ennoblecen al ser humano; es retorcido, malévolo, hipócrita, manipulador y embaucador de cuatro tontitos. Su desprecio por España y todo lo español es público y notorio; personajes como esté son una vergüenza para los españoles y para todoa la humanidad. Es faltón, ... (ver texto completo)