La Cirera (Tarragona) está en la carretera TV 2243, que es la que va desde Santa Coloma de Queralt a Llorac, Vallfogona de Riucorb y Guimerà, ya en la provincia de Lleida.

Para llegar a la Cirera es muy fácil:

Si procede de Lleida, Barcelona o Andorra, para ir a La Cirera tiene que tomar la autoría A-2, de Barcelona a Lleida, libre de peaje. Al llegar a La Panadella, tome las indicaciones en dirección a Santa Coloma de Queralt, a 10 kms de La Panadella, por una muy buena carretera. En la rotonda que hay a la entrada de Santa Coloma de Queralt tiene que tomar la carretera TV 2243, dirección Llorac y Raurich.

Si viene de Tarragona, tiene que llegar a Montblanc, seguir por la C-14, dirección Tàrrega. En la rotonda tome la carretera C-241 que pasa por Pira, Sarral, Rocafort de Queralt, Les Piles y Santa Coloma de Queralt. Desde aquí tiene que tomar la carretera TV 2243, dirección Llorac y Raurich.

Después de haber pasado por la población de Raurich hay un desvío a la derecha que le llevará hasta la Cirera, que está a dos kilómetros de este cruce.

La iglesia dedicada a la Virgen, en cuya fachada está una estatua de Sant Marc

Sant Marc, el 25 de abril y la Fiesta Mayor el 15 de agosto

La Cirera se formó en la segunda mitad del siglo XII alrededor de su castillo, del cual sólo queda el topónimo de la colina donde estaba situado. A mediados del siglo XII, Guillem de Cirera, con el consentimiento del obispo de Vic, donó la iglesia de la Cirera a la orden del Hospital de San Juan de Jerusalén.

El primer documento donde se menciona el nombre y el castillo de Blancafort data de 1207, cuando Pere Romeu y Arnau Fitor dejan al Monasterio de Poblet un censo anual de 2 sueldos.

En 1359, el pueblo pertenecía a la veguería de Montblanc. En 1387, entró a formar parte del Ducado de la misma villa de Montblanc y quedó sometido a su soberanía.

La historia del pueblo entre los siglos XIV (cuando pertenecía, junto con Llorac, a los Alenyà de Montblanc) y XVII (que consta como baronía de Dalmau de Ivorra), atraviesa un período de decadencia, caracterizado por los estragos provocados por las sucesivas epidemias, plagas y guerras que asolaron el territorio.

Al llegar el siglo XVIII, durante la Guerra de Sucesión, el pueblo se puso de lado del archiduque Carlos y sufrió con los ejércitos de Felipe V. Con el Decreto de Nueva Planta, Blancafort pasa a pertenecer al corregimiento de Tarragona, partido de Montblanc.

Siguiendo la incidencia económica de la viña, experimentó un importante crecimiento demográfico durante la segunda mitad de siglo.

Después sufrió las consecuencias de la Guerra del Francés. En 1811, el pueblo fue saqueado por las tropas del general Suchet. Sin tiempo para recuperarse de esta guerra, la gente se encontró dividida por las luchas entre liberales y absolutistas. El pueblo, de tendencia carlista, sufrió los embates de ambas partes durante estas guerras.