Al hilo del último comentario del "Habitante Librepensador"me apetecía dejar en Cambrils un texto que había escrito yo ayer en Madrid.
Seguramente "El habitante librepensador" y yo no compartimos la misma opción política, aunque sí los mismos deseos.
Ahí va el texto, resultado de una guerrila de banderas que mantienen algunos en el foro de Madrid:
""Este foro es reflejo de lo que pensamos unos y otros de los habitantes de España. La crispación se contagia, y hay algunos que son expertos en crear crispación, sea por el color de una bandera, o por cualquier otro factor o elemento humanamente superfluo.
La España unida porque sí ralla el absurdo. La "unión de los habitantes de España" para que la convivencia, la economía, y los demás aspectos que de verdad importan, nos lleven a una vida digna en libertad, me parece más razonable.
El peligro no somos los que llamais separatistas. El peligro son otros que quieren que volvamos cuarenta años atrás. Echádle un vistazo, por ejemplo, a la página web de Falange. Cuando veo esas fotografías actuales con adeptos uniformados, o cuando utilizan la palabra "mando" para anteponerla a una persona con cargo dentro del partido, me entran escalofríos.
Continuemos con la unidad de los españoles, más que con la unidad abstracta de España, y que la dinámica de cada una de las opciones políticas democráticas desarrolle y encamine esta nación hacia donde la historia pacífica quiera llevarla. Seamos justos con los demás, y con el futuro de nuestros hijos, y no pongamos en peligro la libertad.
Exijamos, eso sí, a nuestros políticos, integridad, sinceridad y programas cumplidos. Y que las opciones políticas no se conviertan en una etiqueta humana, sino en una creencia de proyecto de crecimiento.
Que la España del futuro, aunque no se diera en llamar España, sea un territorio de convivencia. Depende de cada uno de nosotros.
Ni los colegios, ni en la familia, se imparte, ni se impartirá, una educación acerca del respeto hacia las ideas políticas de los demás, ni acerca de la aceptación de los posibles cambios de la sociedad, y es por ello que nos comportamos como nos comportamos, con desprecio a las opciones contrarias a las nuestras.
Somos así."".
Seguramente "El habitante librepensador" y yo no compartimos la misma opción política, aunque sí los mismos deseos.
Ahí va el texto, resultado de una guerrila de banderas que mantienen algunos en el foro de Madrid:
""Este foro es reflejo de lo que pensamos unos y otros de los habitantes de España. La crispación se contagia, y hay algunos que son expertos en crear crispación, sea por el color de una bandera, o por cualquier otro factor o elemento humanamente superfluo.
La España unida porque sí ralla el absurdo. La "unión de los habitantes de España" para que la convivencia, la economía, y los demás aspectos que de verdad importan, nos lleven a una vida digna en libertad, me parece más razonable.
El peligro no somos los que llamais separatistas. El peligro son otros que quieren que volvamos cuarenta años atrás. Echádle un vistazo, por ejemplo, a la página web de Falange. Cuando veo esas fotografías actuales con adeptos uniformados, o cuando utilizan la palabra "mando" para anteponerla a una persona con cargo dentro del partido, me entran escalofríos.
Continuemos con la unidad de los españoles, más que con la unidad abstracta de España, y que la dinámica de cada una de las opciones políticas democráticas desarrolle y encamine esta nación hacia donde la historia pacífica quiera llevarla. Seamos justos con los demás, y con el futuro de nuestros hijos, y no pongamos en peligro la libertad.
Exijamos, eso sí, a nuestros políticos, integridad, sinceridad y programas cumplidos. Y que las opciones políticas no se conviertan en una etiqueta humana, sino en una creencia de proyecto de crecimiento.
Que la España del futuro, aunque no se diera en llamar España, sea un territorio de convivencia. Depende de cada uno de nosotros.
Ni los colegios, ni en la familia, se imparte, ni se impartirá, una educación acerca del respeto hacia las ideas políticas de los demás, ni acerca de la aceptación de los posibles cambios de la sociedad, y es por ello que nos comportamos como nos comportamos, con desprecio a las opciones contrarias a las nuestras.
Somos así."".