Ver las
escaleras que suben por el Carrer de La Llebre en pleno
barrio judío de
Gerona es hacer un viaje a través del tiempo e imaginar muy claramente como podía ser ese entorno y la vida en él durante la época
medieval.
Es una
calle estrecha, empinada, fresca, en un entrono perfectamente cuidado y conservado, una delicia para pasear sin rumbo en cualquier época del año.
Ciudad bimilenaria.
Por los innumerables
monumentos que conserva, su larga
historia, y las riquezas artísticas que atesora, la convierten en una de las ciudades más bellas de
Cataluña.
Su casco histórico se encuentra delimitado por el
paseo de la
Muralla, el
camino de ronda de las antiguas
murallas carolingias (del siglo IX) y del bajo
medievo (siglos XIV y XV).
La atraviesan los
ríos Onyar, Ter, Güell y Galligans. Con un entorno natural privilegiado, tiene un 60% de su territorio municipal catalogado como Espacio Protegido.
Te enamorarás de su antiguo barrio judío (uno de los mejor conservados de
España), de las coloridas
Casas de Onyar (en la ribera de dicho
río) o de la
catedral de
Santa María, que tiene la nave
gótica más ancha del mundo.
En 2016 fue galardonada con el
Premio de Europa, una distinción que otorga anualmente el Consejo de Europa.