BARCELONA: EL ORIGEN DE LAS CUATRO COLUMNAS...

EL ORIGEN DE LAS CUATRO COLUMNAS
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Las cuatro columnas, también conocidas por el nombre de su arquitecto, Las Columnas de Puig i Cadafalch, fueron levantadas por primera vez en 1919 donde hoy en día se encuentra la Fuente Mágica de Montjuïc. Éstas representan las cuatro barras de la bandera catalana, por lo que en un principio estas columnas fueron concebidas originalmente como un símbolo del catalanismo.
Las columnas formaban parte del proyecto de urbanización de la Montaña de Montjuïc de 1915, con el objetivo de presentar la ciudad de Barcelona al mundo como la capital del Mediterráneo, además de mostrar Cataluña como un país con un gobierno moderno para la Exposición de Industrias Eléctricas de 1917.
La propuesta de Puig i Cadafalch fue desestimada, pero finalmente aprobaron su proyecto para la Exposición Universal de 1929. En 1919 empezaron las obras y lo primero en levantarse fueron las columnas, que medían 20 metros de altura i 2,5 metros de diámetro. Éstas, además de simbolizar Cataluña, eran un también un reflejo de la herencia griega del país y un edificio con una gran cúpula representaría su pasado romano.
Con el paso del tiempo, el objetivo de dedicar la exposición exclusivamente a las industrias eléctricas quedó obsoleto, así que en 1925 se decidió nombrarla “Exposición Internacional de Barcelona” y su temática abarcaría la industria, el deporte y las artes. Durante estos años, el arquitecto Puig i Cadafalch fue relegado del cargo por sus ideas catalanistas y políticas.
Pero el sueño de Cadafalch no se rompió con su “despido”. En 1928, a un año escaso de la exposición, las columnas fueron derribadas poco antes de una visita del General Primo de Ribera a la ciudad. Durante su dictadura fueron eliminados sistemáticamente los símbolos públicos catalanistas para evitar su visibilidad mediática a raíz de la Exposición Universal que tendría lugar en Montjuïc.
Pero el sueño del arquitecto fue reconstruido en 2010 con el levantamiento de las cuatro columnas a escasos metros de su localización original. Actualmente, éstas son un símbolo de perseverancia, convicción y firmeza de la lengua, la cultura y la identidad catalana.