ESA NIÑA DE PAMPLONA
Esa niña tan bonita
que vino desde Pamplona,
es una flor exquisita
que presume en Barcelona.
Tiene los ojitos verdes
brillantes como la aurora,
que si los miras te pierdes
en su vida encantadora.
En su mirada reflejan
montañas y nubes bellas,
y temes cuando se alejan
de su lado las estrellas.
Es la niña de Pamplona,
la de la mirada altiva,
dicen que siempre razona
y el mirarla te motiva.
Los vientos soplan del norte
en las ramblas catalanas,
la niña tiene el resorte
de hacer alegres mañanas.
Sus pisadas son caricias
que las flores van copiando,
la niña tiene primicias
de su garbo al ir andando.
Esa niña tan preciosa
que nos regala dulzura,
es la imagen de una rosa
llena de fresca ternura.
Esa niña chiquitita
que vino desde Pamplona,
es la mujer más bonita
que hoy recorre Barcelona.
Entre flores y jardines
de la tierra catalana,
es la que alegra confines
sin ser su hermosura ufana.
G X Cantalapiedra.
Esa niña tan bonita
que vino desde Pamplona,
es una flor exquisita
que presume en Barcelona.
Tiene los ojitos verdes
brillantes como la aurora,
que si los miras te pierdes
en su vida encantadora.
En su mirada reflejan
montañas y nubes bellas,
y temes cuando se alejan
de su lado las estrellas.
Es la niña de Pamplona,
la de la mirada altiva,
dicen que siempre razona
y el mirarla te motiva.
Los vientos soplan del norte
en las ramblas catalanas,
la niña tiene el resorte
de hacer alegres mañanas.
Sus pisadas son caricias
que las flores van copiando,
la niña tiene primicias
de su garbo al ir andando.
Esa niña tan preciosa
que nos regala dulzura,
es la imagen de una rosa
llena de fresca ternura.
Esa niña chiquitita
que vino desde Pamplona,
es la mujer más bonita
que hoy recorre Barcelona.
Entre flores y jardines
de la tierra catalana,
es la que alegra confines
sin ser su hermosura ufana.
G X Cantalapiedra.
