BARCELONA: 3...

3
Miran los mochuelo desde su rama
cómo alumbra desde arriba la luna
al Tardamasa, donde hay una rana
que croa como antes no hizo ninguna.

La mocita, con sus ojitos al bies
ve; que riñen unos galanes de bien
porque, han perdido unas mozas con píes
alados que no habían tratado bien.

Los reflejos en el jardín delatan
que está muy cerca la benemérita
cubierta con sus charoles de plata.

En su nada la rana sigue croando
y los de los ojos grandes se aparean
y no ven, que los vigila una gata.

Sopla un frió viento del este
que arrastra polvo y hojas muertas
mientras, que en la fuente seca
se oye el cua cua sin eco de un pato
y por la Calleja del Duende
una voz flamenca canta:

ay luna lunita
lunita lunera,
deja que mi amor
se acerque a tu vera
donde mi candela
prenderá la llama
que nos de calor,
ay calor, ay calor
ay calor a los dos.

Y así se fue poco a poco la luna bajando desde sus alturas y se fueron apagando los incandescentes soles que brillaban tan lejanos en las oscuridades insondables del más absoluto vacío mientras, al grito de alto ahí, en tropel huían como ratas asustadas los pendencieros borrachos que momentos antes entre ellos se mataban.

Deeeja que mi amor
se aceeeerque a tu vera,
donde mi candeeela
prendeeeerá tu llama.

Salud.