La sospecha de otra niña robada puede suponer la sexta denuncia en la provincia
La madre recibió el feto sin vida en una caja de zapatos precintada en 1961 l Las familias se reunirán con el fiscal para conocer los avances
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Los casos de Herminia Alonso y Josefa Santos fueron los primeros que se dieron a conocer en la provincia. Estas madres tenían ya sólidas sospechas del supuesto robo de sus bebés cuatro décadas atrás. La denuncia colectiva en el ámbito nacional que reflejaba centenares de casos en España les dio fuerzas para buscar información y formalizar sus denuncias en la Fiscalía de Zamora. Tres meses más tarde, son ya cinco los casos reclamados y podría haber uno más. Una madre perdió a su bebé en 1961, declarado oficialmente fallecido y entregado en una caja de zapatos. Las coincidencias con las situaciones dadas a conocer en Zamora han generado sospechas en esta madre, que valora recurrir la fiscal para que investigue su situación.
JOSÉ MARÍA SADIA Iba a dar a luz a su primera hija en 1961, pero los médicos le comunicaron que había fallecido y le entregaron el cuerpo inerte en una caja de zapatos precintada para celebrar el entierro. Cuarenta años después, esta madre natural de la capital ha criado a sus otros tres vástagos, pero sospecha que pudo haber irregularidades en el malogrado primer parto y valora sumarse a las denuncias de niños robados que ya se han formalizado en la Fiscalía y en los Juzgados de Zamora.
La información que ha salido a la luz a través de los primeros casos denunciados de forma masiva y reciente en nuestro país y la llamada de las familias zamoranas que han sufrido, de forma supuesta, el robo de niños en una operación orquestada durante el franquismo han llevado a esta madre a dudar de lo acaecido en el hospital cuatro décadas atrás. Las sospechas de esta ciudadana se sustentan en varias coincidencias expresadas por el resto de afectados. Una de ellas es el médico que atendió el parto y, la otra, el «modus operandi» en estos casos. La famosa caja de zapatos en la que algunas de las familias recibieron el nonato llama a pensar que podría haberle sido arrebatada aquella niña, el primero de sus cuatro hijos.
Esta vecina de la capital ha entablado contacto con la recién creada asociación SOS Bebés Robados, que en Zamora y Salamanca coordina Inmaculada Román, que busca el paradero de sus dos hermanas mellizas, que oficialmente fallecieron al nacer en 1966. Una vez cuente con la información del resto de casos de la provincia, decidirá si tramitar la que sería la sexta denuncia en la provincia por el caso de bebés robados.
Precisamente, las primeras familias que formalizaron sus denuncias -en marzo de 2011- se reúnen este martes con el fiscal, Rafael de Vega, con el fin de conocer «cómo van las investigaciones», afirma Inmaculada Román. Y es que las indagaciones realizadas hasta la fecha por los afectados de primera mano apenas han obtenido frutos. «Queremos tener acceso a la información que se haya recabado porque, en nuestro caso, mi madre es la que mejor puede observar posibles irregularidades», añade Román. De esta manera, las familias ponen en entredicho los documentos facilitados por el Virgen de la Concha.
La madre recibió el feto sin vida en una caja de zapatos precintada en 1961 l Las familias se reunirán con el fiscal para conocer los avances
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Los casos de Herminia Alonso y Josefa Santos fueron los primeros que se dieron a conocer en la provincia. Estas madres tenían ya sólidas sospechas del supuesto robo de sus bebés cuatro décadas atrás. La denuncia colectiva en el ámbito nacional que reflejaba centenares de casos en España les dio fuerzas para buscar información y formalizar sus denuncias en la Fiscalía de Zamora. Tres meses más tarde, son ya cinco los casos reclamados y podría haber uno más. Una madre perdió a su bebé en 1961, declarado oficialmente fallecido y entregado en una caja de zapatos. Las coincidencias con las situaciones dadas a conocer en Zamora han generado sospechas en esta madre, que valora recurrir la fiscal para que investigue su situación.
JOSÉ MARÍA SADIA Iba a dar a luz a su primera hija en 1961, pero los médicos le comunicaron que había fallecido y le entregaron el cuerpo inerte en una caja de zapatos precintada para celebrar el entierro. Cuarenta años después, esta madre natural de la capital ha criado a sus otros tres vástagos, pero sospecha que pudo haber irregularidades en el malogrado primer parto y valora sumarse a las denuncias de niños robados que ya se han formalizado en la Fiscalía y en los Juzgados de Zamora.
La información que ha salido a la luz a través de los primeros casos denunciados de forma masiva y reciente en nuestro país y la llamada de las familias zamoranas que han sufrido, de forma supuesta, el robo de niños en una operación orquestada durante el franquismo han llevado a esta madre a dudar de lo acaecido en el hospital cuatro décadas atrás. Las sospechas de esta ciudadana se sustentan en varias coincidencias expresadas por el resto de afectados. Una de ellas es el médico que atendió el parto y, la otra, el «modus operandi» en estos casos. La famosa caja de zapatos en la que algunas de las familias recibieron el nonato llama a pensar que podría haberle sido arrebatada aquella niña, el primero de sus cuatro hijos.
Esta vecina de la capital ha entablado contacto con la recién creada asociación SOS Bebés Robados, que en Zamora y Salamanca coordina Inmaculada Román, que busca el paradero de sus dos hermanas mellizas, que oficialmente fallecieron al nacer en 1966. Una vez cuente con la información del resto de casos de la provincia, decidirá si tramitar la que sería la sexta denuncia en la provincia por el caso de bebés robados.
Precisamente, las primeras familias que formalizaron sus denuncias -en marzo de 2011- se reúnen este martes con el fiscal, Rafael de Vega, con el fin de conocer «cómo van las investigaciones», afirma Inmaculada Román. Y es que las indagaciones realizadas hasta la fecha por los afectados de primera mano apenas han obtenido frutos. «Queremos tener acceso a la información que se haya recabado porque, en nuestro caso, mi madre es la que mejor puede observar posibles irregularidades», añade Román. De esta manera, las familias ponen en entredicho los documentos facilitados por el Virgen de la Concha.
