ZAMORA: La crisis económica ha dejado en nuestro país cerca...

La crisis económica ha dejado en nuestro país cerca de cuatro millones de parados según la última cifra del Servicio Público de Empleo y un claro deterioro de las cuentas públicas. Dos años atrás, conscientes del progresivo crecimiento de inmigrantes en España y del ajuste del mercado laboral, el Gobierno central señaló el programa de retorno voluntario como una de las soluciones para los extranjeros que se quedaran sin trabajo y tuvieran dificultades para recuperarlo. Sin embargo, en la provincia el número de inmigrantes se mantiene prácticamente intacto.

Según los datos del Ministerio de Trabajo e Inmigración del pasado mes de julio, en la provincia hay seis extranjeros con tarjeta de residencia en vigor más que un año atrás. A esta realidad hay que sumar que sólo nueve personas, todas de procedencia sudamericana, han solicitado acogerse al programa de retorno voluntario para inmigrantes, seis en la capital y otras tres en Benavente. Siete expedientes obtuvieron el visto bueno de la Subdelegación del Gobierno y del Servicio Público de Empleo para poder regresar a Colombia, Argentina, Uruguay y Paraguay. De esta forma, el programa les ha permitido obtener de una sola vez el paro que habían acumulado por sus trabajos en la provincia y, puntualmente, ayudas para poder realizar el desplazamiento hacia sus países de origen.

Sin embargo, a pesar de la posibilidad de poder regresar a sus países, todo indica que, de momento, aguantan el tipo en la provincia. Como para renovar la tarjeta de residencia es condición sine qua non para prolongar la estancia de manera legal, la conclusión es que continúan ligados al mercado laboral. Eso sí, con mayores problemas, como demuestra el indicador de trabajos de difícil ocupación. Un año atrás, eran varias los empleos disponibles en determinados trabajos que suelen realizar los inmigrantes. Hoy, esa oferta se reduce a tan sólo una actividad, la de terapeuta ocupacional.

El mapa que deja el Observatorio Permanente de la Inmigración señala que en Zamora hay, en estos momentos, 9.429 personas de una nacionalidad distinta a la Española. 7.077 se corresponden con ciudadanos de los 27 países de la Unión Europea. Los considerados extranjeros como tal son ahora 2.352 personas, con una destacada presencia de sudamericanos, africanos y asiáticos. El registro indica que 1232 son hombres y 1120, mujeres. Además, nos dice que la edad media de las personas con tarjeta de residencia en vigor es de 33 años, con una presencia mínima de extranjeros mayores de 65 años y donde algo más del 12% son niños.

Por otro lado, resulta también llamativo que la provincia es la última de Castilla y León en número de inmigrantes registrados, un dato que responde a la falta de dinamismo económico y no al volumen de población, donde Segovia, Ávila y Soria estarían en número por debajo de Zamora.

Para mantener a las familias que componen esas 2.352 personas, son 791 las que cuentan con un empleo. Concretamente, 777 trabajan como asalariadas, mientras que 14 son autónomas. Aunque el registro no detalla las ocupaciones laborales en la provincia, salvo excepciones, la mayor parte se dedica a trabajos en el campo, la construcción, la hostelería o el sector de los servicios sociales.

En resumen, apenas ha cambiado la composición de la población inmigrante en Zamora, al menos en cuanto a número. La crisis no ha provocado el regreso masivo de extranjeros a sus países de origen. Lo que sí se ha puesto más difícil es la estabilidad en el empleo, situación que obliga a los afectados a buscar aún más en en el mercado de trabajo para poder continuar en nuestro país.