Mª JESÚS FERNÁNDEZ El endurecimiento de la Ley Antitabaco que extiende la prohibición de fumar en todos los espacios públicos cerrados ha sido recibida como un jarro de agua fría por los hosteleros zamoranos. El sector considera que la medida constituye una estafa hacia los bares y restaurantes que hace tres años realizaron elevadas inversiones para adaptarse a la nueva normativa mediante la división de sus locales en zonas de fumadores y no fumadores.
«Cerca de 40.000 establecimientos hosteleros del país efectuaron obras en sus negocios para adaptarse a la Ley que todavía no han podido amortizar», recrimina el presidente de la Asociación Zamorana de Empresarios de Hostelería (Azehos), Óscar Somoza, quien asegura que el importe medio desembolsado por los propietarios de bares y restaurantes para ejecutar estas reformas fue de un mínimo de 1.000 euros. De hecho, defiende los resultados de los trabajos realizados, que garantizan «medidas de actuación y de purificación de aire muy apropiadas y avanzadas, por lo que conjugan los intereses de fumadores y no fumadores».
La ampliación de la prohibición en todos los espacios públicos cerrados incluye bares, restaurantes y locales de ocio, mientras que las terrazas y las plazas de todos quedan excluidas de las nuevas limitaciones. Una normativa que llega en el peor momento «porque ya estamos inmersos en la crisis y la nueva prohibición nos va a hundir todavía más», asegura Somoza, quien califica de falacia «la definición de los bares como máquinas de hacer dinero».
El representante de los hosteleros zamoranos tampoco cree que la medida beneficie al sector turístico, responsable del 13,8% del PIB, según destaca. «España está considerado como un país de ocio al que los turistas vienen a divertirse, por lo que si se ponen trabas a la liberalización existente frente a otros países los turistas optarán por irse a sitios que sigan siendo permisivos con el tabaco», tal y como argumenta Somoza. A su juicio, la comparativa de España con el resto de países de la Unión Europea en la aplicación de la normativa para eliminar humos «resulta hipócrita porque los demás países no tienen el mismo peso turístico que tenemos nosotros, por lo que la prohibición del tabaco nos perjudica mucho más que al resto», según sostiene el presidente de Azehos.
«Cerca de 40.000 establecimientos hosteleros del país efectuaron obras en sus negocios para adaptarse a la Ley que todavía no han podido amortizar», recrimina el presidente de la Asociación Zamorana de Empresarios de Hostelería (Azehos), Óscar Somoza, quien asegura que el importe medio desembolsado por los propietarios de bares y restaurantes para ejecutar estas reformas fue de un mínimo de 1.000 euros. De hecho, defiende los resultados de los trabajos realizados, que garantizan «medidas de actuación y de purificación de aire muy apropiadas y avanzadas, por lo que conjugan los intereses de fumadores y no fumadores».
La ampliación de la prohibición en todos los espacios públicos cerrados incluye bares, restaurantes y locales de ocio, mientras que las terrazas y las plazas de todos quedan excluidas de las nuevas limitaciones. Una normativa que llega en el peor momento «porque ya estamos inmersos en la crisis y la nueva prohibición nos va a hundir todavía más», asegura Somoza, quien califica de falacia «la definición de los bares como máquinas de hacer dinero».
El representante de los hosteleros zamoranos tampoco cree que la medida beneficie al sector turístico, responsable del 13,8% del PIB, según destaca. «España está considerado como un país de ocio al que los turistas vienen a divertirse, por lo que si se ponen trabas a la liberalización existente frente a otros países los turistas optarán por irse a sitios que sigan siendo permisivos con el tabaco», tal y como argumenta Somoza. A su juicio, la comparativa de España con el resto de países de la Unión Europea en la aplicación de la normativa para eliminar humos «resulta hipócrita porque los demás países no tienen el mismo peso turístico que tenemos nosotros, por lo que la prohibición del tabaco nos perjudica mucho más que al resto», según sostiene el presidente de Azehos.