Que pena da ir a
Toro con lo que era y lo que es parece un
pueblo del oeste (desierto).A lo mejor es porque algun concejal sabe lo que habia por la
noche toresana y ahora como tiene hijos no quiere que esten los
bares abiertos ni ambiente en Toro, cuando ellos eran los primeros y los ultimos en cerrar los bares, quieren un pueblo tranquilito.Hay que mirar para atras haber lo que haciamos y no creer que los demas van hacer lo mismo.