SAN MARCIAL: S. RAMOS, SAN MARCIAL La Asociación Cultural «La Humanitaria»...

S. RAMOS, SAN MARCIAL La Asociación Cultural «La Humanitaria» de San Marcial ha celebrado durante este fin de semana su particular fiesta anual con una misa y una comida de hermandad en la que participaron 70 socios.

« La Humanitaria», constituida hace casi un siglo, surgió como una cooperativa de socorros mutuos cuyo acta fundacional lleva fecha del 20 de Abril de 1922, con 50 socios de los cuales Bernardo de la Fuente ejercía entonces de presidente y Manuel Guijarro de secretario. Formada exclusivamente por obreros, su misión era atender a sus miembros en sus enfermedades y defunciones

Las cuotas que aportaban entonces los socios estaban acordes con los salarios de la época, 50 céntimos, y con el dinero recaudado si alguno de los socios pasaba necesidad se le entregaban cinco pesetas al mes. Terminada la guerra civil, los estatutos fueron modificados en virtud de la ley de 6 de Diciembre de 1941.

Posteriormente «La Humanitaria» se va ajustando a los cambios que las nuevas estructuras sociales traen consigo, hasta quedar constituida en este momento como Asociación Cultural, desde principios de 2000.

Conserva como recuerdo del pasado su nombre, sus orígenes, un buen número de libros de actas y sus símbolos. Y también los actos del primero de Mayo, que en esta edición volvieron a celebrarse «gracias a la gente joven que tira del carro, porque de aquella quedamos pocos y todos de ochenta para arriba», explicaban miembros de la hermandad.

En la actualidad los socios aportan doce euros anuales que dan para contratar una orquesta que pone la nota musical a la jornada de convivencia y sufragar la comida que se celebra siempre tras la misa y la colocación de una gran bandera de España, que durante este año ha sido guardada por el que fuera hasta el pasado sábado presidente de la hermandad Francisco Portales, en el balcón del edificio del que fuera el Ayuntamiento del pueblo, hoy día anejo de El Perdigón.

La jornada festiva concluía con la retirada de la bandera a última hora de la tarde, que volvía a casa del nuevo presidente José Roncero y la verbena popular nocturna.