CIEN CARROS DE CONEJOS
Hubo hace muchos años un personaje del pueblo que al parecer era tan religioso que nunca soltaba tacos, vamos la excepción entre los paisanos de la boina, pero una vez le sucedió algo que lo sacó de sus casillas hasta el punto de que empezó primero un largo rato a mascullar entre dientes sin entendérsele ni jota, para acabar rompiendo así, muy alto cuando ya no pudo contenerse: “ ¡Me cago en cien carros de conejoooos! ¡Y en cada conejo en cien saantooooos! ¡Y si alguno queda ... (ver texto completo)
Hubo hace muchos años un personaje del pueblo que al parecer era tan religioso que nunca soltaba tacos, vamos la excepción entre los paisanos de la boina, pero una vez le sucedió algo que lo sacó de sus casillas hasta el punto de que empezó primero un largo rato a mascullar entre dientes sin entendérsele ni jota, para acabar rompiendo así, muy alto cuando ya no pudo contenerse: “ ¡Me cago en cien carros de conejoooos! ¡Y en cada conejo en cien saantooooos! ¡Y si alguno queda ... (ver texto completo)