Al día siguiente nos llevaron a conocer las pirámides de Giza. Realmente sorprendente, es de esos sitios donde hay que tomarse millones de fotos, te sientes parte de los libros de historia, en contacto con algo que no te explicas todavía como se construyó y mucho menos como se han conservado. (y después que entras a un mercado te sorprendes que no las hayan vendido). Me monté allí por primera vez en un camello, el susto cuando se levanta hace que uno se olvide hasta como huelen, creo que no los bañan ... (ver texto completo)