GASTRONOMÍA
¡La mejor salsa del mundo es el hambre, Sancho amigo! La gordura era un signo de salud, ahora sucede al revés: lo saludable es estar anoréxico. Cualquiera puede llenar hoy la barriga y ante la sobreabundancia nada cotiza tanto como lo esquelético. Enfermedad de ricos, o el triunfo del espíritu frente a la materia, otra vez aquel ideal romántico de morir tuberculoso, tísico.
" ¡Qué gorda estás, qué buena! o ¡qué bien te conservas!" eran frases habituales. Frente a la contraria de ... (ver texto completo)
¡La mejor salsa del mundo es el hambre, Sancho amigo! La gordura era un signo de salud, ahora sucede al revés: lo saludable es estar anoréxico. Cualquiera puede llenar hoy la barriga y ante la sobreabundancia nada cotiza tanto como lo esquelético. Enfermedad de ricos, o el triunfo del espíritu frente a la materia, otra vez aquel ideal romántico de morir tuberculoso, tísico.
" ¡Qué gorda estás, qué buena! o ¡qué bien te conservas!" eran frases habituales. Frente a la contraria de ... (ver texto completo)